La secta sodomita del Vaticano II, siempre ha promocionado la sodomía, puesto que ella misma en su jerarquía estaba infectada de ese pecado y necesitaba autojustificarse. Y de hecho el sodomita practicante Montini (alias Paulo VI) ya se encargó de que toda la cabeza de la secta estuviera marcada por esa actividad ofensiva contra Dios y que los seminarios fueran club de iniciación a la sodomía más que otra cosa.
Sin embargo, con Bergoglio (alias Francisco) todas las aberraciones de la secta se han hecho públicas y sin disimulo hasta la ostentación, y en especial ese sacramento de Lucifer que es la sodomía.
Y entonces llegan los línea media intentando disimular lo que podría ser un escándalo demasiado crudo. Por ejemplo, en este panfleto de un pseudo-sacerdote de la secta entre mucha palabrería se expone la tesis principal:
«SER HOMOSEXUAL NO ES PECADO» (añadiendo en la letra pequeña que lo que es pecado es practicar la homosexualidad).
Y aclarando esta mentira hay que decir:
PRIMERO: Las escrituras condenan la sodomía y lo hacen sin ninguna distinción entre practicante o no practicante. Por ejemplo:
… Ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales … heredarán el Reino de Dios
1 Corintios 6, 9-10
No dice nada de la práctica o no práctica, pero el que se reconoce a sí mismo como homosexual, cae de lleno en esa condena.
SEGUNDO: Y por las dudas, en esa cita de Corintios se condena incluso a los afeminados y se puede suponer, al menos teóricamente, que un afeminado puede que no practique el pecado contra natura. Si embargo san Pablo lo excluye de la salvación.
TERCERO: Pero además, si alguien admite que “es homosexual”, resulta que ya está practicando la homosexualidad, puesto que está admitiendo su ser es en sí mismo, es una violación de la ley de Dios que condena tales cosas: decir “soy homosexual” es decir, soy una violación de la ley de Dios. Yo soy esa violación.
CUARTO: En el capítulo I de Romanos, se explica que la sodomía no es solo la consecuencia del Pecado sino además el castigo mismo del Pecado:
Por eso los entregó Dios a pasiones infames; pues sus mujeres invirtieron las relaciones naturales por otras contra la naturaleza; igualmente los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se abrasaron en deseos los unos por los otros, cometiendo la infamia de hombre con hombre, recibiendo en sí mismos el pago merecido de su extravío.
Romanos 1: 46-27
Por tanto, la sodomía no es solo la consecuencia del pecado, sino el castigo mismo del pecado. Y en cualquier caso no algo neutro que puede o no ser pecado, ya que es la consecuencia del pecado, y no de un pecado genérico, sino del pecado personal.
QUINTO: Además, nadie es sodomita por naturaleza, porque igual Dios no hace a nadie ladrón o mentiroso, tampoco lo hace sodomita. Es nuestra naturaleza pecaminosa la que nos lleva a ello, y admitiéndolo, también admitimos el pecado en nosotros. Lo que confirma las afirmaciones del primer capítulo de Romanos.
SEXTO: Decir que la afirmación de la secta de que “ser homosexual no es pecado, si no lo practicas”, es incitar a la gente a permanecer en la tentación y, por tanto, hacerle caer en ella. Es hacer la labor del Diablo: el Diablo nos tienta, y si permanecemos en la tentación caemos en el pecado. De forma que permanecer en la tentación, y no huir de ella, es ya pecado en sí mismo. Y esa es la situación del que afirma que “soy homosexual”: vive en permanente tentación de pecado.
SÉPTIMO: Huir de la tentación significa que huimos del pecado antes de llegar a cometerlo.
Y Dios no nos tienta a pecar. Por el contrario:
Cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte
Santiago 1:13-15
Por esta razón, Jesús exhortó a Sus discípulos a:
Orad para que no entréis en tentación.
Lucas 22:40
Y por eso los miembros de la secta del Vaticano II que afirman tranquilamente que «SER HOMOSEXUAL NO ES PECADO», lo que dicen es “Tu tranquilo chico: admite que estás en estado de tentación permanente, que eso no es pecado”. Y, por tanto, están animando a permanecer en la acción del malo de tentarnos y no huir.
El homosexual es alguien que tiene inclinación hacia personas de su mismo sexo y no necesariamente alguien que tenga ayuntamiento carnal con ellas. Si el homosexual controla esa inclinación, no peca; como no peca el hombre que se siente atraído por una mujer casada y resiste esa tentación, por poner un ejemplo.
Usando tu ejemplo: Tú imagina alguien que desea a una mujer casada, pero no tiene voluntariamente relaciones con ella… Ahora bien, le dice a todos que es adúltero. Que su naturaleza es la de tener relaciones con esa mujer, pero como está prohibido no las tiene… Ese señor que ES adultero como mínimo está generando un terrible pecado de escándalo. Y además está blasfemando gravemente contra Dios, puesto que afirma tranquilamente que Dios le ha hecho con una naturaleza adultera.
Y ten en cuenta que las Escrituras no condenan la sodomía como práctica, sino la sodomía secas, la practiques en tu rato de ocio o no:
«No se llamen a engaño: ni los lujuriosos, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios. »
(1 Corintios 6:9)
Hay otra cuestión añadida: el que se coloca en situación de ser tentado, ya peca aunque no caiga: si tú ves una película porno estás pecado solo por eso aunque no haga otra cosa que ver la película. Y es que el simple hecho de colocarse en tentación ya es pecaminoso. Y las personas que se declaran como homosexuales se están colocando directamente en el espacio de la tentación intrínseca.
La secta del vaticano II, cuando por boca de Bergoglio y sus secuaces sodomitas declaran que la sodomía no es pecado si no se practica, están intentando:
1) Que los sodomitas permanezcan como tales, sin intentar vencer su pecado con la ayuda de la gracia.
2) Que permanezcan en el terreno de la pura tentación para hacerlos así víctimas propiciatorias de Satanás.
Hacen la labor del diablo, y tú al repetir su argumentario, también