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LA HEREJÍA DE “RECONOCER Y RESISTIR” A LOS PAPAS DEL VATICANO II

Hace poco alguien me decía la siguiente aberración contra la fe católica:

“Soy católico, y para serlo hay que estar en comunión con el Papa, respetando la sucesión apostólica, que puso Jesucristo. [PERO] Nadie te obliga a creer cosas que diga el Papa. Eso es ser papólatra. “

Esta aberrante formulación para un católico es la formulación (a lo bruto, eso si) de la doctrina llamada «Reconocer y Resistir» (a partir de ahora «R&R»). Una doctrina cismática, herética, irracional y terriblemente escandalosa. Una doctrina que se puede definir diciendo que tenemos que «RECONOCER a los papas posconciliares como verdaderos papas, aunque RESISTIENDO les» (desobedeciendo les e ignorando les cuando nos parezca).

Ahora bien resulta que esa doctrina se ha popularizado enormemente entre todo tipo de semi-tradis y católicos apócrifos desde la FSSPX, los chicos de «Ecclesia Dei», Mons. Williamson, The Remnant, Catholic Family News, y un largo etcétera. Y esta popularidad de la doctrina hay que entenderla en siguiente contexto:

Con la elección de Bergoglio todos los semi-tradis (desde lefebvrianos a ratzingerianos y otra malas hierbas de miembros «críticos» de la secta del vaticano II) sufrieron un terrible trauma: los anteriores «papas» de la iglesia del vaticano II habían mantenido las formas disimulado sus herejías con una hábil hipocresía judaica (metían las herejías del vaticano II en envoltorios con cierta apariencia católica), pero Bergoglio era un descarado ( o sea, el menos hipócrita) y seguía sembraba las mismas herejías pero sin envoltura católica, y así te soltaba sin ningún disimulo por ejemplo que el «proselitismo es un pecado» y se quedaba tan fresco.

Y esa situación que los dejaba desnudos, era dramática para los pseudótradis, y tuvieron que buscarse una coartada, para seguir en la secta del vaticano II y aparentar ser católicos. Y esa coartada tenia básicamente tres ejes de trabajo:

1º) La sedevacantofobia: nunca como ahora existió un odio tan feroz contra lo que ellos llamaba «sedevacantismo», y la FSSPX llegó a publicar un absolutamente ridículo libro de casi mil páginas en el que se se intenta demostrar lo que es imposible demostrar: que la posición «sedevacantista» no es católica. Un odio nacido de que muy en el fondo ellos saben que considerar actualmente la sede Vacante es la única actitud católica.

2º) Intentar demostrar que un papa hereje podía seguir siendo papa hasta que la Iglesia hiciera un juicio y lo condenara (porque un vulgar fiel no podía). Juicio imposibleademas, porque según la ley de la Iglesia al papa ningún tribunal lo puede juzgar.

3) Y en la practica, para moverse en el mundo, usar la doctrina del «R & R». Una doctrina que les permitiera justificar su traición a Jesucristo y su Iglesia

Y decimos que la doctrina del «R&R» que es herética, cismática e insostenible desde la doctrina católica, porque en sus dos parte lo es:

PRIMERO: RECONOCER A LOS PAPAS DEL VATICANO II ES HERÉTICO

Esta conclusión es evidente desde el momento que el Vaticano II es la mayor colección de herejías de la historia. Ninguna secta de bautizados había antes llegado a coleccionar tantas herejías gracias a un conciliabulo. Pero, la secta del Vaticano II lo ha logrado, y en consecuencia todos sus anti-papas (Roncalli, Montinini, Luciani, Wojtyla, Ratzinger y bergoglio) son herejes.

Pero si son herejes tcada antipapas del Vaticano II, entonces todo el que lo sigue como su pastor y reza con él (y todas las falsas misas de la secta se recita «en unidad con el Papa» de turno), son ello también herejes y apostatas que han renegado de la Iglesia católica todos los seguidores.

Y para demostrar que ellos no son sedevacantista , los chicos del «R & R» dicen reconocer antipapa correspondienechan mano de unos teologos errados como Francisco Suárez, Cayetano y Juan de Santo Tomás. Cuando resulta que porteriormente todos los teologos catolicos unanimente abandonaron la absurda tesis de que un hereje podía seguir manteniendo su cargo, siguien la tesis de San Roberto Belarmino de que «papa haereticus, papa deponitur».

Y a la postre la opinión de los teologos es subalterno cuando el Magisterio Infalible de Pedro definio definitivamente en la en ciclica Paulo IV «Cum apostolatus officio», en la cual se establece perpetuamente que un papa hereje queda depuesto, excomulgado y fuera de la Iglesia AUTOMATICAMENTE (sin juicio alguno de la Iglesia.

Una definición dogmatica que el Codigo de Derecho Canonico catolico (1917) recog lo mismo en los canones 2314 y 1325.1-2

En comclusión la tesis de que un papa hereje puede continuar en su cargo de Papa no es solo contrario a la razón (un hereje por definición está fuera de la Iglesia) sino sobre todo contrario a la doctrina catolica

SEGUNDO: LA TESIS DE RESISTIR A UN PAPA ES COMPLETAMENTE CISMATICA

El protestantismo a través de la «libre interpretación» protestante y la protestantización actual de la mayoría de los bautizados ha llevado a convertir a las secta heréticas como la del Vaticano II en una especie de autoservicio espiritual, una especie de restaurante de barra libre, en el que cada uno se fabrica su religión privada. Y es eso lo que hacen los chicos del R&R: Dicen reconocemos al papa y luego elegimos libremente lo que nos parece bien y rechazamos el resto, ya que como decia el señor citado al principio tragarse todo lo que diga el papa es papolatría.

Los semi-tradis del R&R reconocen al papa (y el que se atrva a no reconocelo es un maldito «sedevacantista»), y luego centran sus esfuerzos en que ese papa «reconocido» debe ser resistido, ignorado, contradicho, desmentido, rebatido y neutralizado, y a veces insultado, denigrado, despreciado e injuriado.

Y precisamente para estos falsos católicos recordar lo mas elemental de la doctrina dogmática e infalible de la Iglesia sobre el Sumo Pontífice:

1) El Romano pontífice es Vicario de Cristo y cabeza de toda la Iglesia.

3) Cabeza no sólo ministerial sino que tiene la suprema potestad e inmediata sobre cada miembro de la Iglesia.

4) Todo bautizado está sujeto al Romano Pontífice en materia sagrada, y el que rehusara es cismático.

5) El Romano Pontífice apacienta, rige y gobierna toda la Iglesia: es el Juez supremo que no puede ser juzgado por nadie, y su sentencia no tiene apelación, tiene absoluta autoridad sobre cuestiones espirituales, convoca y disuelve concilios, solo él establece cánones, promulga decretales, dispensa de leyes, y puede excomulgar sin consentimiento del resto de la Iglesia.

6) Es el supremo doctor de la Iglesia, que puede determinar los artículos de fe y las leyes sobre costumbres y buenas obras.

7) A SUS DECRETOS SE LE DEBE ASENTIMIENTO Y OBEDIENCIA, AUNQUE NO SE REFIERA A DOGMAS DE FE Y COSTUMBRES.

8) EL SUMO PONTÍFICE NUNCA ERRO EN MATERIA DE FE Y COSTUMBRES.

10) EN MATERIA DE FE Y COSTUMBRES EL SUMO PONTÍFICE ES INFALIBLE

Las dies tesis son de fe católica y pueden ser facilmente documentadas en los concilios y documentos papales.

Ahora bien, sabiendo eso uno se puede preguntar que tipo de infiltrado anticatólico puede decir la siguiente aberración:

“Soy católico, y para serlo hay que estar en comunión con el Papa, respetando la sucesión apostólica, que puso Jesucristo. [PERO] Nadie te obliga a creer cosas que diga el Papa. Eso es ser papolatra. “

Son los linea media de la secta del Vaticano II a los cuales le cuadra perfectamente los que el santo padre decia hace casi dos siglos:

“¿De qué sirve proclamar muy alto el dogma de la supremacía de San Pedro y sus sucesores? ¿De qué sirve repetir una y otra vez declaraciones de fe en la Iglesia Católica y la obediencia a la Sede Apostólica cuando las acciones desmienten estas palabras? Además, ¿no es la rebelión más inexcusable por el hecho de que la obediencia se reconoce como un deber? Es más, la autoridad de la Santa Sede no se extiende solamente a las medidas que hemos sido obligados a tomar como una sanción, ni es suficiente con estar en comunión de fe con esta Sede si no se tiene la sumisión de la obediencia, – cosas que no se pueden mantener sin dañar la fe católica.»

Pío IX, Encíclica Quae en Patriarchatu [1 de septiembre de 1876], n. 23–24